El Senado aprobó una reforma a la Ley Federal de Protección al Consumidor para considerar como grave la publicidad engañosa. Esta práctica será sancionada con multas que van de los 120 mil pesos a los 3 millones de pesos o hasta el 10 por ciento de los ingresos brutos anuales del infractor, obtenidos por la comercialización del servicio o producto contenidos en esa propaganda. El máximo castigo monetario sólo aplicará cuando la empresa responsable reincida en la comisión de la falta. La reforma, que fue turnada al Ejecutivo para su publicación, fue avalada por 79 votos de senadores de todos los partidos políticos. Los legisladores establecieron que se considerará grave la información o publicidad que, siendo o no verdadera, induzca a error o confusión al consumidor por la forma falsa, exagerada, parcial, artificiosa o tendenciosa en que se presente. De acuerdo con el dictamen de las comisiones Unidas de Comercio y Fomento Industrial es indispensable reforzar las facultades de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), por lo que ahora podrá promover la coordinación entre las autoridades federales, estatales y municipales para asegurar la protección efectiva al consumidor en contra de la información o publicidad engañosa o abusiva. Según los cambios legales, la Profeco podrá emitir lineamientos para el análisis y verificación de la información considerando el contexto temporal en que se difunde, el momento en que se transmite respecto de otros contenidos difundidos en el mismo medio y las circunstancias económicas o especiales del mercado.