A pesar de que el Gobierno de la Ciudad de México tiene el registro y ubicación de casi 11 mil establecimientos en los que se practican tratamientos para lograr la reducción del peso corporal, la Secretaría de Salud

México, DF, a  11 de Agosto de 2011

Boletín número 155/11

• • PVEM exige la intervención del GDF para evitar fraudes y daños a la salud en población capitalina. Samuel Rodríguez

A pesar de que el Gobierno de la Ciudad de México tiene el registro y ubicación de casi 11 mil establecimientos en los que se practican tratamientos para lograr la reducción del peso corporal, la Secretaría de Salud local no hace nada por impedir que muchos de esos seudo profesionales sigan dañando la salud de los capitalinos.

Samuel Rodríguez Torres, vocero del Partido Verde Ecologista de México en el DF, demandó operativos urgentes por parte del GDF, que sirvan para evitar más fraudes hacia los habitantes de la ciudad que a la larga generan mayores problemas de salud y cuya atención resulta muy cara para los servicios de salud en la capital.

En cualquier parte de la ciudad e incluso en los avisos comerciales en periódicos o internet se pueden localizar  anuncios en donde se prometen reducciones mágicas de peso corporal. Se promete usar diversos tratamientos, desde la aplicación de hielo, inyecciones, aceites, la administración de pastillas, infusiones en forma de té, fajas de todo tipo, etc.

La variedad es incontable, pero también son inmensos los daños que provocan a la salud, pues la mayoría de los supuestos especialistas no están avalados por el sistema de salud o por una institución educativa que les pueda certificar alguna capacitación.

Hoy se hace indispensable la intervención de la autoridad para proceder legalmente en contra de los improvisados practicantes de las técnicas en tratamientos de belleza y reducción de peso, además de clausurar todas aquellas clínicas o comercios que prometen tratamientos estéticos mágicos. En México crece rápidamente la población con problemas de obesidad y por tanto, las víctimas potenciales de todos esos charlatanes.

El problema es tan grave que algunos de esos sujetos son estilistas cuyos estudios son para aplicar maquillajes, cremas faciales, para corte y tintes de pelo; sin embargo se ostentan como especialistas en tratamientos estéticos e inyectan a sus víctimas con aceites para bebé, de cocina y hasta de auto, que por su consistencia no lo absorbe el cuerpo y lo utilizan para hinchar los glúteos o bubis.

Los seudotratamientos son caros y por ser ilegales sus promotores ni siquiera pagan impuestos surgiendo la pregunta; ¿en dónde está la autoridad?

 

PARTIDO VERDE