El incremento al precio del maíz ha provocado el descontento de los mexicanos, debido a que afecta directamente la economía de más de 19 millones de mexicanos. El origen del cambio repentino del grano ha sido en gran medida por el monopolio nacional del maíz y por la utilización del mismo para producir biocombustibles.

Sin embargo, el gobierno federal solo ha planteado medidas simbólicas para controlar el precio del maíz, puesto que ha considerado la ampliación de 650 mil toneladas de los cupos de importación del maíz, cantidad relativamente pequeña con respecto a la magnitud del mercado interno y la producción nacional que el año pasado fue de 22 millones de toneladas.

Lamentablemente, esta ampliación de los cupos de importación no atiende de manera directa la afectación a la economía familiar, debido a que el maíz que se importa principalmente es el amarillo, el cual es utilizado básicamente para forraje y procesos industriales.

No obstante, paradójicamente el precio del maíz influye sólo el 0.02% en las mediciones para el cálculo de la inflación, mientras que, el precio de la tortilla interviene en 1.22%, es decir, que el aumento del precio en la tortilla no es solo el resultado del entorno internacional, por el contrario, es la consecuencia de la intervención de prácticas monopólicas, especuladores e intermediarios, que buscan beneficiarse con la escala de precios que ya ha afectado a otros productos básicos.

La carencia de medidas que controlen la especulación y el monopolio del grano, la falta de apoyos a los productores nacionales y por último, la utilización del maíz para la producción de biocombustibles, ha provocado la irritación de los mexicanos, al afectar su economía y la del 90% de los productores mexicanos con menos de 5 hectáreas de producción, quienes se enfrentan a problemas de comercialización e intermediación. En este contexto, se abre la puerta a la producción de maíz transgénico, y de no ejercerse los controles adecuados se corre el grave riesgo de contaminación genética a nuestros granos silvestres, como los casos ocurridos en Oaxaca y Puebla.

El Partido Verde Ecologista de México trabajará para que los mexicanos puedan ejercer su derecho y así gozar del maíz a un precio accesible y de productos que garanticen su calidad nutricional y su salud.

COMUNICACIÓN SOCIAL
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO