En la época navideña una de las tradiciones más importantes es el árbol de navidad, sin embargo, con esta celebración se organiza uno de los peores atentados contra la vida al talarse cientos de miles de árboles, y a pesar de esto, el gobierno ha permitido la entrada de un millón doscientos árboles importados de Estados Unidos y de Canadá, sin considerar que se importan también diferentes tipos de plagas que amenazan las plantaciones mexicanas y nuestros bosques.

México tiene el índice de deforestación más alto del mundo, al perder anualmente 600 mil hectáreas de bosques, a causa de la tala de árboles e incendios, en tal virtud es conveniente que como sociedad seamos conscientes de no comprar árboles que han sido talados sin escrúpulo alguno y mucho menos árboles provenientes del extranjero que poseen plagas que amenazan las plantaciones mexicanas. El PVEM exhorta a la ciudadanía adquirir árboles con raíz, para que pasado el momento navideño se conserven con vida y puedan ser replantados y de esta manera se coadyuve a la conservación de los bosques.

Las autoridades han minimizado el problema y el gobierno mexicano autorizó está operación comercial que atenta contra lo más sensible de nuestra humanidad, permitiendo la entrada de: Tizón Suizo, Palomilla Gitana y La Roya plagas que pueden dañar la mitad de nuestros bosques y la vegetación que se encuentre a su alrededor.

Por su parte la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) a través de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (PROFEPA), declara tener el control para impedir la entrada de plagas mediante la inspección de embarques, no obstante, el número de inspectores contratados son insuficientes para supervisar 13 puertos, en consecuencia son mayores las probabilidades de la entrada de diferentes tipos de larvas al país.

El Partido Verde Ecologista de México protesta por la entrada de pinos contaminados con plagas y exige se aplique la ley a las autoridades ambientales federales y se sancione a quien con acción u omisión no cumplen con la ley, al permitir la entrada de pinos contaminados.