Con el fin de ayudar a disminuir las inundaciones y mejorar la recarga de los mantos acuíferos, el diputado José Alberto Couttolenc Güemez, integrante del Partido Verde Ecologista de México, propuso el fomento de zanjas de absorción en el Distrito Federal a través de una iniciativa de reformas a la Ley de Aguas.

México D. F., a 14 de diciembre de 2010

Boletín 325/10

• El plano arquitectónico tendrá que señalar esos mecanismos para que se otorgue la licencia de construcción: Couttolenc Güemez

Con el fin de ayudar a disminuir las inundaciones y mejorar la recarga de los mantos acuíferos, el diputado José Alberto Couttolenc Güemez, integrante del Partido Verde Ecologista de México, propuso el fomento de zanjas de absorción en el Distrito Federal a través de una iniciativa de reformas a la Ley de Aguas.

Por ello, celebró que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobara la propuesta con 35 votos a favor ante el pleno del recinto legislativo.

El dictamen establece que en las nuevas edificaciones localizadas en las Zonas I y II (que son Lomas, formadas por rocas o suelos generalmente firmes que fueron depositados fuera del ambiente lacustre, como por ejemplo en Xochimilco y Tláhuac), estarán obligadas a contar con sistemas de cosecha y recarga de aguas pluviales al subsuelo que permitan su infiltración.

Esta filtración deberá hacerse a través de zanjas, pozos de absorción, pisos filtrantes, estacionamientos con pasto o cualquier material que permita justamente la infiltración, que deberán estar indicados en el plano del proyecto arquitectónico, el cual tendrá que ser llevado para el trámite de licencia de construcción.

Ello, será evaluado y aprobado por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México y deberá contar con la aprobación de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y de las delegaciones.

El documento considera que la totalidad de las áreas libres de las nuevas construcciones deberán ser áreas verdes y los estacionamientos deberán cubrirse con pasto o con material permeable. Además, sujeta a los proyectos que requieran de un Estudio de Impacto Urbano a contar también con un sistema de captación y recargas de aguas pluviales al subsuelo.

Couttolenc Güemez dijo que se estipula que en caso de que las nuevas construcciones no acrediten al momento del aviso de terminación de obra las nuevas disposiciones, la autoridad competente no otorgará la autorización de uso y ocupación.

Comentó que la importancia de impulsar la captación de agua de lluvia deriva de que este procedimiento ayuda a mantener los ríos y lagos y lograr un equilibrio hidrológico, ya que crecimiento de la Ciudad de México evita que el agua se infiltre con facilidad y en consecuencia falten mecanismos para su conservación.

Y es que, el 71 por ciento del líquido con el que se abastece  el Distrito Federal proviene del subsuelo, pero por la devastación de los bosques y el crecimiento de la mancha urbano se disminuye la captación del agua, “se conoce que el aumento de edificios y calles pavimentadas ocasiona que mil 100 millones de metros cúbicos de agua no se infiltren al subsuelo”, resaltó.

Actualmente, dijo, existen obras hidráulicas para conducir el agua de lluvia lejos de las ciudades, sin embargo la capital del país no cuenta con un sistema de drenaje que capte por separado el agua de la lluvia y que evite que se contamine con aguas residuales.

De ahí, insistió, la necesidad de evitar que el agua de lluvia captada por azoteas y calles se conduzca hacia los colectores y drenajes y se contamine y/o evapore, ya que después resulta costoso tratar de potabilizarla o tratarla para ser reutilizada nuevamente.

En el Valle de México entre el 72 y 78 por ciento de la precipitación total se pierde en la atmósfera mediante procesos de evapotranspiración y sólo del 13 al 20 por ciento se infiltra para la recarga del acuífero. Además, comentó que de cada 45 metros cúbicos que se extraen sólo se reponen 25 m³/s, es decir sólo la mitad.

De igual forma, la sobreexplotación de estos mantos propicia la aparición de nuevas grietas en el subsuelo que pueden provocar sismos de magnitud de mediana a mayor.

Couttolenc Güemez recordó que en países como Bolivia, Cuba, Venezuela o China se construyen zanjas en avenidas, calles y estacionamientos, donde el problema de inundaciones es mayor, así como sumideros y pozos de infiltración a través de sistemas de captación de agua de lluvia para fomentar la recarga del subsuelo de manera artificial.

Explicó que ese tipo de obras comparadas con otras de almacenaje superficiales como las presas, diques y vasos resultan económicamente más factibles.

El también presidente de la Comisión de Preservación del Medio Ambiente y Protección Ecológica indicó que en el DF las precipitaciones alcanzan una precipitación anual que genera volúmenes de escurrimiento de 6 mil 700 millones de metros cúbicos y destacó que las delegaciones con mayor recarga del acuífero a través de sus áreas boscosas son las delegaciones Cuajimalpa, Milpa Alta, Magdalena Conteras, Tlalpan y Tláhuac, que concentran 71 mil hectáreas.

La captación de agua de lluvia para consumo humano tiene varias ventajes: alta calidad físico química de ese líquido; no requiere energía para la operación del sistema y es muy fácil de mantener.

También se incluyó la definición de zanja de absorción como excavación practicada en el suelo para canalizar el agua pluvial y propiciar su infiltración y se agregan un artículo 125 Bis al 152 Bis 5.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO