Jueves, 30 Septiembre 2010 12:36

INTERVENCIÓN DEL SENADOR JORGE LEGORRETA ORDORICA DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO VERDE, DURANTE LA COMPARECENCIA DEL TITULAR DE LA COMISIÓN NACIONAL DEL AGUA, JOSÉ LUIS LUEGE TAMARGO, EN EL MARCO DE LA GLOSA DEL 4° INFORME DE GOBIERNO

En otras ocasiones me he permitido externarle diferentes propuestas orientadas a un mejor aprovechamiento de las aguas pluviales y al desarrollo de sistemas más avanzados para el tratamiento de las aguas negras, evitando que se realicen recorridos enormes para su reutilización, así como evitar que se utilicen en la agricultura, o que contaminen los suelos y mantos acuíferos en extensas áreas.

México, DF, a 28 de septiembre de 2010

Con la venia de la Presidencia.

C. José Luis Luege Camargo, Director General de la CONAGUA.

Compañeros legisladores.

 En otras ocasiones me he permitido externarle diferentes propuestas orientadas a un mejor aprovechamiento de las aguas pluviales y al desarrollo de sistemas más avanzados para el tratamiento de las aguas negras, evitando que se realicen recorridos enormes para su reutilización, así como evitar que se utilicen en la agricultura, o que contaminen los suelos y mantos acuíferos en extensas áreas.

Hoy, con la oportunidad que nos brinda la Glosa del 4°  Informe de Gobierno y considerando la relevancia que éste ha conferido a los aspectos vinculados con la protección de la población, con motivo de las constantes tormentas que han asolado al territorio nacional, destacaré diversas acciones que podrían contribuir a los esfuerzos que las diferentes autoridades están realizando en esta materia.

Para tal objeto, es necesario subrayar que la vigente Ley de Aguas Nacionales además de conferirle a la Comisión Nacional de Aguas la función rectora en materia de gestión integrada de los recursos hídricos, incluyendo la administración, regulación, control y protección del dominio público hídrico, le otorga importantes facultades relacionadas con el desarrollo de la infraestructura hidráulica, el seguimiento de los fenómenos meteorológicos y el aviso oportuno a la población cuando éstos son riesgosos.

A este respecto, recientemente han señalado que es urgente reforzar la atención puesta en los fenómenos hidrometeorológicos en México, en virtud de que cada vez son más atípicos y extremos, destacando que el 2010, por su nivel de precipitaciones, se ha convertido en el año más húmedo de la historia, superando los  818 milímetros (mm).

De todos es conocido que la Comisión a su digno cargo, y los diferentes Sistemas de Protección Civil y de Seguridad Pública, han desplegado una intensa actividad, para afrontar dichas tormentas y proteger a la población en casi un tercio de las entidades federativas.

Baste señalar que la Sagarpa reportó que las recientes lluvias han dañado 90 mil 795 hectáreas de cultivos en 151 municipios, en los estados de Nayarit, Tabasco, Oaxaca, Hidalgo, Chiapas y Veracruz.

Dentro de las tormentas más graves, las instituciones señaladas reportaron que Veracruz es la entidad más afectada. El huracán Karl dejó inundado al 25% de su territorio, y ahora que las aguas están bajando, han dejado una amplísima estela de desastre, que no sólo ha dañado severamente la infraestructura de comunicaciones, también ha originado la pérdida o deterioro de miles de viviendas y equipamiento urbano.

Además se han perdido cerca de 46 mil hectáreas de cultivos y se han tenido que desalojar a más de 45 mil habitantes. Destacan el caso de Tlacotalpan, donde se desalojó al  90% de los pobladores, y el cierre por inundaciones de la carretera a Cosamaloapan.

Semanas después de que comenzó la contingencia por el desbordamiento de los ríos Coatzacoalcos y Papaloapan, entre otros, el Gobierno de Veracruz informó que hay daños en 79 de los 212 municipios y que 50 fueron declarados en estado de emergencia por la Secretaría de Gobernación. Asimismo, se informó que más de16 mil personas siguen siendo atendidas en 100 albergues. 

De igual forma señaló el caso de Oaxaca, con cerca de 200 mil  damnificados y 60 mil viviendas anegadas en 150 municipios en la cuenca del Papaloapan, la Cañada, el Istmo de Tehuantepec, la Sierra Norte y los Valles Centrales. Empero, esta situación puede agravarse por la saturación de las presas Cerro de Oro y Temascal, en los límites entre Veracruz y Oaxaca.

Ambos embalses están a casi el 100% y precisan de un inmediato desfogue. Dentro de la infraestructura afectada destacan las carreteras 190, 131, 175 y la Transístmica, así como numerosos caminos estatales, principalmente en la Sierra Norte, y en las microrregiones mazateca y mixe. Por su parte, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, informó que unas 2 mil 500 escuelas del Istmo, la Cañada, la costa y la cuenca del Papaloapán suspendieron clases por tiempo indefinido, en perjuicio de alrededor de 200 mil alumnos.

Otro caso de grave afectación es Tabasco, que hasta ahora reporta 124 mil damnificados.

Al respecto, la Dirección de Protección Civil de Tabasco informó de afectaciones en 435 localidades de 11 municipios.  Si bien se ha reducido el caudal de siete de los 10 ríos que están siendo vigilados en Tabasco, la alerta máxima se mantendrá hasta fines de noviembre, cuando concluya la temporada de lluvias. Se tiene noticia de que  seguirán desfogando presas del alto Grijalva, que alimentan el río Carrizal y caudales que cruzan los municipios de Centro (cuya cabecera es  Villahermosa) y Nacajuca.

Las instituciones referidas también nos han informado del caso de Chiapas, donde al menos 92 localidades en 36 municipios, con más de 5 mil habitantes, resultaron afectados por lluvias intensas generadas por la depresión tropical 11-E,  en la costa y la sierra del estado. También reportó que  hay 178 derrumbes en 78 tramos carreteros, en 17 municipios.

En menor medida estas tormentas también han ocasionado daños significativos en los estados de Guerrero, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León y Sinaloa. Razón por la cual, nos preocupa en extremo que el Servicio Meteorológico Nacional, adscrito a la Comisión  Nacional a su digno cargo, haya pronosticado que persistirán las fuertes precipitaciones en Veracruz, Hidalgo, Puebla, Tamaulipas, San Luis Potosí, Colima, Michoacán, Guerrero, Nuevo León, Nayarit, y Michoacán.

No podemos dejar de mencionar que para auxiliar a la población que ha sido víctima de la furia de estas tempestades, resultó de gran valía la intervención del personal del ejército, la armada, los sistemas de protección civil, de seguridad pública y de salud, y por supuesto, de la CONAGUA. Sin embargo ante la enorme dimensión e intensidad de estos fenómenos el apoyo ha sido insuficiente y no en todos los casos fue oportuno.

Los daños ascienden a miles de millones de pesos y su reparación demandará varios años y restará muchos recursos a diferentes programas. Como el cambio climático hará recurrentes estos fenómenos, resulta evidente revisar y actualizar todos los programas gubernamentales involucrados con la materia. Por ello consideramos que será indispensable fortalecer las atribuciones que actualmente le confiere a la CONAGUA  la actual  Ley de Aguas Nacionales.

Así, por ejemplo, a la Comisión ya se le faculta para “participar en el Sistema Nacional de Protección Civil, y apoyar en la aplicación de los planes y programas de carácter federal, para prevenir y atender situaciones de emergencia causadas por fenómenos hidrometeorológicos extremos”, pero resulta indispensable superar su función de coadyuvancia para conferirle la rectoría sobre el diseño e instrumentación de un modelo de infraestructura más avanzado y de mayor capacidad.

Será indispensable diseñar e iniciar dicho modelo a la brevedad posible, no importa que este magno esfuerzo nos demande varios lustros, a fin de  ampliar sustancialmente la capacidad de las presas existentes, al propio tiempo que se instrumenten las nuevas presas, los vasos mayores de almacenamiento y  los grandes bordos de contención, para recibir, dirigir y albergar los cuantiosos flujos de agua que anualmente se presentan.

De igual forma, es urgente establecer nuevos sistemas para el tratamiento y reutilización de las aguas residuales, utilizando las técnicas avanzadas que ya se emplean en diferentes ciudades de Norteamérica y Europa, para aprovechar intensivamente  la materia orgánica que se encuentra en el fondo y la superficie de las aguas residuales, a través de la digestión anaerobia, la elaboración de composta, la pasteurización y la estabilización con cal, a fin de producir fertilizante y biodiesel, así como generar energía eléctrica, obteniendo nuevamente agua potable.

Como ejemplo de estos avances podemos citar que hace pocos años la Bahía de Boston tenía una de las zonas más contaminadas del mundo, al recibir millones de litros de aguas contaminadas; y gracias a estas tecnologías recuperó la transparencia, vida y está generando miles de toneladas de fertilizantes para todo el país. Mientras tanto, en México seguimos regando miles de hectáreas de cultivo con aguas negras, trasladando millones de litros de aguas contaminadas -a costos prohibitivos- generando con ello graves problemas de salud pública; los cuales se acentúan con la contaminación de extensas áreas.

Nuestra propuesta para reforzar y ampliar -en forma sustancial- el sistema de presas y emprender una significativa liberación de los asentamientos irregulares en los ríos y cuencas del país, nos permitirá modernizar y acrecentar nuestra infraestructura hidráulica y posibilitará que pronto alcancemos los niveles de sustentabilidad requeridos en la disponibilidad y uso de ese preciado recurso.

También nos permitirá afrontar las enormes exigencias de agua que tenemos en cada ciclo agrícola, y  resolver los  severos y recurrentes problemas de escasez que tenemos en numerosas ciudades y poblados del país. Debemos terminar con la grave contradicción de enviar al mar millones de toneladas métricas de agua, mientras sufrimos de graves sequías en extensa áreas del país todos los años. El recurso existe, pero no hemos hecho lo necesario para aprovecharlo adecuadamente.

Nuestro planteamiento para acrecentar sustancialmente nuestra infraestructura hidráulica, guarda estrecha relación con el propósito de la CONAGUA, de crear un marco normativo para lograr que el crecimiento urbano en México sea ordenado y que respete a las zonas con riesgo de inundación.

Ante el incremento en la magnitud de los fenómenos naturales, coincidimos en que resulta urgente liberar los cauces de los ríos, lagos, manglares, pantanos y otras áreas federales inundables, invadidas con asentamientos humanos irregulares.

Para nuestro Partido estos temas tienen la mayor prioridad. Su adecuada atención nos permitirá contar con un avanzado sistema hidráulico que apoye a fondo la economía,  y proteja de manera más eficiente la infraestructura, así como los asentamientos humanos de todas las ciudades y poblados del país.

Además, contribuirá a superar los graves y recurrentes problemas de sequía en numerosas zonas del territorio nacional. Y se podrá asegurar la  protección de extensas regiones naturales que ahora han sido invadidas o que  están siendo afectadas severamente por el crecimiento urbano desordenado. No podemos, ni debemos postergar estas acciones. 

Muchas gracias.

 PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO