El día de hoy evocamos con admiración y respeto a quienes arriesgaron su propia vida en la búsqueda de personas que bajo los escombros, yacían indefensos, tras haber visto derrumbarse los cimientos del lugar donde se encontraban hace 25 años, aquella fatídica mañana del 19 de septiembre de 1985.
México D. F., a 17 de septiembre de 2010
Con su permiso diputado presidente. Diputadas y diputados. Medios de Comunicación. Invitados que nos acompañan.
El día de hoy evocamos con admiración y respeto a quienes arriesgaron su propia vida en la búsqueda de personas que bajo los escombros, yacían indefensos, tras haber visto derrumbarse los cimientos del lugar donde se encontraban hace 25 años, aquella fatídica mañana del 19 de septiembre de 1985.
Tuvo que ser lamentablemente esta tragedia, la que nos mostrara, al igual que nuestra Independencia y Revolución Mexicana, otro de los movimientos sociales más importantes de nuestra historia, la capacidad del pueblo de México para organizarse y solidarizarse. La característica de estos tres movimientos sociales mostraron nuestra grandeza frente a los terribles acontecimientos que asumimos con valentía, empatía y heroísmo, rebasando a las propias instituciones gubernamentales y demostrando al Estado omnipresente que cuando la sociedad se une es verdaderamente poderosa.
10 mil muertos, 50 mil heridos y 250 mil personas se quedaron sin hogar; 760 edificios se colapsaron, un mil 667 quedaron gravemente dañados y cuatro mil 965 sufrieron daños leves, fue entonces que nos vimos obligados a poner atención a las condiciones del suelo donde se encuentra asentada la Ciudad de México, pues sus características especiales, la hacen una de las entidades más vulnerables a los movimientos sísmicos y por consiguiente más insegura y riesgosa.
Construida inicialmente la Ciudad de México en un sólido islote, no se comprendió la intima relación que guardaban los pueblos autóctonos con su entorno natural, lo cual derivó en un desecamiento forzado del lago que circundaba dicho islote, marcando para siempre el riesgoso destino de nuestra Ciudad, pues su subsuelo, bajo el cual se ubican aún los mantos freáticos del desaparecido lago, amplifica peligrosamente las ondas sísmicas que alcanzan al área urbana del Distrito Federal.
Esto nos ha llevado a considerar con máxima responsabilidad, lo necesario que resulta para la seguridad de los más de ocho millones de habitantes del Distrito Federal, el contar con una normatividad exigente, que minimice los riesgos para las construcciones y para quienes se encuentren en ellas en el fortuito caso de un movimiento telúrico.
Cada una de las Legislaturas de esta Soberanía, se han distinguido por la emisión de Leyes y reformas en materia de construcción y protección civil, las cuales han hecho posible avanzar en una serie de ordenamientos que regulan las construcciones en el Distrito Federal, en el establecer la obligación de instalar sistemas de protección civil y contar con conocimientos en esta materia, para salvaguardar la integridad de las personas ante la eventualidad de un movimiento sísmico.
También es de reconocer la labor que las autoridades del Distrito Federal realizan continuamente en materia de protección civil, los simulacros que periódicamente se llevan a cabo en edificios públicos y escuelas, son esenciales para preparar a los ciudadanos ante cualquier movimiento telúrico, ya que según señalan los científicos, estos son ineludibles.
El Grupo Parlamentario del Partido Verde en esta Asamblea, reconoce estos esfuerzos de educación ciudadana en materia de protección civil.
Compañeras y compañeros diputados: las amargas enseñanzas de ese 19 de septiembre de 1985, se conjugaron con los sueños y las luchas de miles de mexicanos para lograr tener hoy una política encaminada a la Protección Civil, la cual es muy distinta a la de hace 25 años.
Valga desde aquí decirles, donde quiera que se encuentren a quienes sucumbieron, que su muerte no fue en vano, ya que permitió el despertar de la conciencia colectiva, que hasta ese momento se encontraba apagada.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer, pues no estamos aún preparados para enfrentar otro sismo como el ocurrido en 1985 a pesar de los esfuerzos realizados.
No se debe bajar la guardia y debemos seguir poniendo atención sobre este importante tema, ya se han establecido normativamente las características de construcción para prevenir derrumbes ante el impacto de un terremoto; ya sabemos prácticamente como debemos actuar durante el transcurso del mismo, pero lamentablemente existen pocas alarmas sísmicas instaladas en oficinas de gobierno y escuelas públicas que permitan prevenirnos de un movimiento telúrico; no tenemos muy claro como estamos organizados para los momentos posteriores al evento; cuales son los protocolos para el rescate y apoyo a los posibles damnificados; cuales son los fondos destinados a la reconstrucción de servicios urbanos afectados; en que espacios públicos podrían instalarse albergues y como se les dotará de suministros básicos para la subsistencia de quienes tengan necesidad de utilizarlos.
El Grupo Parlamentario del Partido Verde, hace un llamado al Jefe de Gobierno para que aumente el número de alarmas sísmicas en edificios públicos, escuelas y vía pública, promueva y vigile que todos los obligados, cumplan con el deber de contar con un plan de prevención de desastres, de conformidad con la Ley de Protección Civil del Distrito Federal.
Compañeros diputados, 50 segundos que nos brindan estas alarmas son fundamentales para salvar miles de vidas, debemos apoyar esta propuesta, pues como ya lo dije, no estamos exentos de que dichos sucesos se repitan.
Muy importante también es reflexionar sobre el costo que tiene el enfrentar a la naturaleza e ir en contra de sus principios más básicos.
Por ello, llamamos en este día tan especial, la atención, tanto de esta Soberanía, como de las autoridades, para exhortarlos a que todas las acciones, políticas y programas que se realicen en esta Ciudad, se armonicen con el medio ambiente, que no se permita aumentar el crecimiento de los asentamientos irregulares en zonas riesgosas y que se prioricen las acciones que permitan disminuir el Calentamiento Global, pues como ustedes saben estos acontecimientos naturales son producto de la sobre explotación que los seres humanos hemos realizado a nuestra madre tierra.
En el Partido Verde consideramos que una de las mejores formas de honrar a las más de 10 mil personas que fallecieron, es trabajar en el fortalecimiento de una cultura de la prevención y de acción en casos de desastres naturales, pues sabemos que a pesar de los avances, aún queda mucho por hacer en esta materia.
Señores legisladores: No desistamos, dejemos a un lado ese inconsciente y suicida afán de desarrollo económico no sustentable, seamos responsables de nuestros actos y demos a la sociedad la garantía y seguridad de que la prevención será la prioridad de esta legislatura.
No permitamos que más acontecimientos catastróficos, marquen nuevamente la historia de nuestra ciudad.
Es cuanto señor presidente.
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO
México D. F., a 17 de septiembre de 2010
DISCURSO DEL ASAMBLEÍSTA DEL PVEM, NORBERTO SOLÍS CRUZ DURANTE LA SESIÓN SOLEMNE DEL 25 ANIVERSARIO LUCTUOSO DE LAS PERSONAS FALLECIDAS EN LOS SISMOS DE 1985
Con su permiso diputado presidente. Diputadas y diputados. Medios de Comunicación. Invitados que nos acompañan.
El día de hoy evocamos con admiración y respeto a quienes arriesgaron su propia vida en la búsqueda de personas que bajo los escombros, yacían indefensos, tras haber visto derrumbarse los cimientos del lugar donde se encontraban hace 25 años, aquella fatídica mañana del 19 de septiembre de 1985.
Tuvo que ser lamentablemente esta tragedia, la que nos mostrara, al igual que nuestra Independencia y Revolución Mexicana, otro de los movimientos sociales más importantes de nuestra historia, la capacidad del pueblo de México para organizarse y solidarizarse. La característica de estos tres movimientos sociales mostraron nuestra grandeza frente a los terribles acontecimientos que asumimos con valentía, empatía y heroísmo, rebasando a las propias instituciones gubernamentales y demostrando al Estado omnipresente que cuando la sociedad se une es verdaderamente poderosa.
10 mil muertos, 50 mil heridos y 250 mil personas se quedaron sin hogar; 760 edificios se colapsaron, un mil 667 quedaron gravemente dañados y cuatro mil 965 sufrieron daños leves, fue entonces que nos vimos obligados a poner atención a las condiciones del suelo donde se encuentra asentada la Ciudad de México, pues sus características especiales, la hacen una de las entidades más vulnerables a los movimientos sísmicos y por consiguiente más insegura y riesgosa.
Construida inicialmente la Ciudad de México en un sólido islote, no se comprendió la intima relación que guardaban los pueblos autóctonos con su entorno natural, lo cual derivó en un desecamiento forzado del lago que circundaba dicho islote, marcando para siempre el riesgoso destino de nuestra Ciudad, pues su subsuelo, bajo el cual se ubican aún los mantos freáticos del desaparecido lago, amplifica peligrosamente las ondas sísmicas que alcanzan al área urbana del Distrito Federal.
Esto nos ha llevado a considerar con máxima responsabilidad, lo necesario que resulta para la seguridad de los más de ocho millones de habitantes del Distrito Federal, el contar con una normatividad exigente, que minimice los riesgos para las construcciones y para quienes se encuentren en ellas en el fortuito caso de un movimiento telúrico.
Cada una de las Legislaturas de esta Soberanía, se han distinguido por la emisión de Leyes y reformas en materia de construcción y protección civil, las cuales han hecho posible avanzar en una serie de ordenamientos que regulan las construcciones en el Distrito Federal, en el establecer la obligación de instalar sistemas de protección civil y contar con conocimientos en esta materia, para salvaguardar la integridad de las personas ante la eventualidad de un movimiento sísmico.
También es de reconocer la labor que las autoridades del Distrito Federal realizan continuamente en materia de protección civil, los simulacros que periódicamente se llevan a cabo en edificios públicos y escuelas, son esenciales para preparar a los ciudadanos ante cualquier movimiento telúrico, ya que según señalan los científicos, estos son ineludibles.
El Grupo Parlamentario del Partido Verde en esta Asamblea, reconoce estos esfuerzos de educación ciudadana en materia de protección civil.
Compañeras y compañeros diputados: las amargas enseñanzas de ese 19 de septiembre de 1985, se conjugaron con los sueños y las luchas de miles de mexicanos para lograr tener hoy una política encaminada a la Protección Civil, la cual es muy distinta a la de hace 25 años.
Valga desde aquí decirles, donde quiera que se encuentren a quienes sucumbieron, que su muerte no fue en vano, ya que permitió el despertar de la conciencia colectiva, que hasta ese momento se encontraba apagada.
Sin embargo, aún falta mucho por hacer, pues no estamos aún preparados para enfrentar otro sismo como el ocurrido en 1985 a pesar de los esfuerzos realizados.
No se debe bajar la guardia y debemos seguir poniendo atención sobre este importante tema, ya se han establecido normativamente las características de construcción para prevenir derrumbes ante el impacto de un terremoto; ya sabemos prácticamente como debemos actuar durante el transcurso del mismo, pero lamentablemente existen pocas alarmas sísmicas instaladas en oficinas de gobierno y escuelas públicas que permitan prevenirnos de un movimiento telúrico; no tenemos muy claro como estamos organizados para los momentos posteriores al evento; cuales son los protocolos para el rescate y apoyo a los posibles damnificados; cuales son los fondos destinados a la reconstrucción de servicios urbanos afectados; en que espacios públicos podrían instalarse albergues y como se les dotará de suministros básicos para la subsistencia de quienes tengan necesidad de utilizarlos.
El Grupo Parlamentario del Partido Verde, hace un llamado al Jefe de Gobierno para que aumente el número de alarmas sísmicas en edificios públicos, escuelas y vía pública, promueva y vigile que todos los obligados, cumplan con el deber de contar con un plan de prevención de desastres, de conformidad con la Ley de Protección Civil del Distrito Federal.
Compañeros diputados, 50 segundos que nos brindan estas alarmas son fundamentales para salvar miles de vidas, debemos apoyar esta propuesta, pues como ya lo dije, no estamos exentos de que dichos sucesos se repitan.
Muy importante también es reflexionar sobre el costo que tiene el enfrentar a la naturaleza e ir en contra de sus principios más básicos.
Por ello, llamamos en este día tan especial, la atención, tanto de esta Soberanía, como de las autoridades, para exhortarlos a que todas las acciones, políticas y programas que se realicen en esta Ciudad, se armonicen con el medio ambiente, que no se permita aumentar el crecimiento de los asentamientos irregulares en zonas riesgosas y que se prioricen las acciones que permitan disminuir el Calentamiento Global, pues como ustedes saben estos acontecimientos naturales son producto de la sobre explotación que los seres humanos hemos realizado a nuestra madre tierra.
En el Partido Verde consideramos que una de las mejores formas de honrar a las más de 10 mil personas que fallecieron, es trabajar en el fortalecimiento de una cultura de la prevención y de acción en casos de desastres naturales, pues sabemos que a pesar de los avances, aún queda mucho por hacer en esta materia.
Señores legisladores: No desistamos, dejemos a un lado ese inconsciente y suicida afán de desarrollo económico no sustentable, seamos responsables de nuestros actos y demos a la sociedad la garantía y seguridad de que la prevención será la prioridad de esta legislatura.
No permitamos que más acontecimientos catastróficos, marquen nuevamente la historia de nuestra ciudad.
Es cuanto señor presidente.
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO
