“Conmemorar el nacimiento de una Nación, es hacer vigente su pasado, es mantener viva la memoria, es tener presentes los valores sobre los cuales esta Nación se edificó: libertad, igualdad y justicia”

México D. F., a 14 de septiembre de 2010

Con su permiso diputado presidente. Diputadas y diputados. Medios de Comunicación. Invitados que nos acompañan:

“Conmemorar el nacimiento de una Nación, es hacer vigente su pasado, es mantener viva la memoria, es tener presentes los valores sobre los cuales esta Nación se edificó: libertad, igualdad y justicia”.

México, cumple 200 años de ser una nación independiente y democrática, por ello, el festejo del Bicentenario y Centenario debe ser la ocasión para reflexionar, para honrar la libertad, velar por el ejercicio pleno de los derechos de los mexicanos, en un Estado soberano.

Debemos sentirnos honrados  y orgullosos, de que esta V Legislatura tenga la oportunidad de pronunciarse, vivir y analizar los 200 años de la Independencia y 100 años de la Revolución Mexicana. Sin duda, dos importantes episodios de nuestra Historia Nacional.

Año de la Patria, tiempo para la celebración y la alegría, año de estudio y reflexión, un año en el que debemos preguntarnos con conciencia plena ¿qué México queremos heredar a las generaciones del mañana?

La nuestra, es la generación del 2010, es la generación del Bicentenario, una generación que está convencida de que México enfrenta problemas serios, pero también, que lucha con ahínco para superarlos, por tener una Patria más justa, más libre, más democrática, más próspera, segura y mucho más equitativa.

Si miramos hacia atrás con atención y vemos con perspectiva, el largo recorrido histórico de México, entenderemos que la responsabilidad de nuestra generación es mayúscula.

Es hora de escribir una nueva y mejor historia siendo mexicanos responsables, ciudadanos comprometidos con su país y sobre todo con nosotros mismos, porque todos queremos una nación donde las cosas cambien y se hagan diferentes.

Si bien es cierto que nuestro país debe considerarse diferente, 200 años después de la Independencia y Revolución, no se debe soslayar, que aún no se han establecido las condiciones adecuadas para que los pueblos indígenas ejerzan con plenitud la libertad alcanzada, pues la discriminación, pobreza extrema y marginación los ha orillado a apartarse de la sociedad.

Es lamentable que México tenga esta deuda pendiente con los pueblos indígenas, es asombroso que nuestro país a estas alturas, dude en otorgarles protección y seguridad, cuando ellos no dudaron en ningún momento de ir al frente de la lucha por la libertad.

No olvidemos que las luchas sociales del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, se iniciaron para procurar que el pueblo tuviera una vida digna y la nación un futuro promisorio.

Sin embargo, se observa todavía que la desigualdad social es un problema estructural, vinculado no sólo a la falta de crecimiento, sino a la inequidad en la distribución de la riqueza.

Tenemos la enorme responsabilidad de trabajar para eliminar la desigualdad, la discriminación, erradicar la pobreza, el desempleo, la apatía, el desinterés, tenemos la obligación, de darle continuidad a estos episodios de la historia, con acciones que eliminen la incertidumbre y la conviertan en certidumbre y bienestar, luchar por una democracia sólida, lejos de procesos violentos  o rupturas sangrientas.

Somos un país capaz de hacer grandes pactos, - eso es la Constitución- ; - esas son nuestras leyes-.

Un país que desea y necesita vivir con leyes, reglas e instituciones. Un país que no sólo tiene abnegados héroes militares, sino también, héroes pacíficos y civilizadores.

Se debe garantizar la seguridad y tranquilidad a las familias mexicanas, mejorar la calidad de la educación, trabajar para que todos los mexicanos tengan acceso a un servicio médico, medicinas y tratamiento, en donde todos satisfagan sus necesidades, en el que se combata la corrupción y la pobreza y se promueva el crecimiento económico.

Debemos redoblar esfuerzos, para construir una Nación mucho más competitiva en un mundo global; debemos  trabajar con acciones inmediatas para generar los empleos que los mexicanos necesitan.

Conmemorar la Independencia y la Revolución, implica otros esfuerzos impostergables para México, es cuidar nuestro medio ambiente, con la idea de que haya un México que dure para siempre, pues si bien en materia social y política nuestros movimientos sociales avanzaron para darnos patria y libertad, aún no hemos logrado avanzar en un desarrollo sustentable.

Debemos aprovechar estos momentos históricos para demostrar con hechos a los capitalinos que estamos dispuestos a continuar la lucha de nuestros revolucionarios, que estamos dispuestos a combatir la corrupción, la delincuencia organizada, el narcotráfico, la inseguridad, pues de no hacerlo, compañeros diputados, la libertad y la vida de los mexicanos se verá secuestrada, anulando las grandes luchas y conquistas alcanzadas por nuestros antepasados.

Debemos revisar el rumbo, el modelo social y económico del país e impulsar reformas y cambios de fondo para otorgar plena autonomía constitucional al Distrito Federal, por lo que una de las deudas pendientes con los ciudadanos, es la Reforma Política, para generar con ello, mejores condiciones de vida para sus habitantes.

México, nos convoca a todos los actores políticos, sociales, económicos a trabajar con unidad por nuestro país.

Cambiemos de actitud y comprometámonos a fortalecer las instituciones, ser mejores gobernantes y legisladores, es la mejor manera de conmemorar el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.

Somos ahora, por encima de nuestras naturales diferencias, una misma Nación, heredera de la insurgencia, la Reforma y la Revolución. La unión y la fraternidad deben ser el sello de los festejos del Bicentenario y su conmemoración no debe ser efímera.

La búsqueda de la memoria y de la identidad no puede ser pasajera. Sería muy grave volver a la amnesia histórica y olvidar nuestros orígenes, nuestra lucha.

Honremos a los hombres y mujeres que lucharon por un México igualitario y justo; por un México libre, sin discriminación, libre de desigualdad y de esclavitud.

La lucha de Hidalgo, Morelos y todos los héroes que nos dieron Patria y Libertad no debe ser en vano. La independencia es para ejercerse, se practica día a día, se debe aplicar siempre en todos nuestros actos, es ser congruentes con lo que pensamos, decimos y hacemos.

La armonía y felicidad de un pueblo, descansa en la independencia  individual de sus habitantes, disfrutemos, pues nuestra independencia y libertad y que “viva México y su gente”.

MUCHAS GRACIAS.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO