Rodolfo era un hombre de principios, porque fue educado con valores entre los que destacaban su honestidad y sencillez. Era un hombre de familia, que tenía un carácter amable, amistoso, prudente y por sobre todo un hombre que asumía sus responsabilidades con gran humildad y con una gran decisión.

México, D.F., a 08 de julio de 2010

Compañeras y compañeros legisladores:

Vengo hablar en nombre de mi coordinador Juan José Guerra Abud, lo cual es un honor para mí, ya que no hablare como legisladora, sino como amiga que fui de Rodolfo.

Tuve el privilegio de tratarlo, de ser su compañera de legislatura, de compartir ideas con él y la gracia de contar con su amistad.

Rodolfo era un hombre de principios, porque fue educado con valores entre los que destacaban su honestidad y sencillez. Era un hombre de familia, que tenía un carácter amable, amistoso, prudente y por sobre todo un hombre que asumía sus responsabilidades con gran humildad y con una gran decisión.

Era un hombre comprometido con sus ideales, quien deseaba lo mejor para su pueblo, un hombre que quería servir no sólo a su Estado, sino a México y eso lo atestiguamos todos nosotros cuando fue nuestro compañero en esta legislatura.

Con la gran ventaja que llevaba en las preferencias electorales como candidato a gobernador de Tamaulipas, Rodolfo bien pudo sentarse a esperar su triunfo. Pero él no era así. Quienes tuvimos el gusto de conocerlo, sabemos que Rodolfo Torre era un líder natural, con una vitalidad contagiosa, que no se dejaba detener ni distraer ni siquiera por sus propios triunfos

Rodolfo Torre Cantú creía en un valor supremo, en la gente y esa era su razón de ser.

Su forma de hacer política mantenía una relación estrecha con su vocación profesional. Como médico que era, Rodolfo estaba acostumbrado a identificar males para remediarlos.

Rodolfo, compartía con los niños y jóvenes sus anhelos para alcanzar metas comunes, con las mujeres y los hombres la esperanza para salir y encontrar trabajo, con los adultos mayores su deseo de recibir el reconocimiento que merecía su experiencia, con las personas con discapacidad su tenacidad para salir adelante.

Rodolfo, creía en el valor de la vida y en el respeto de la dignidad humana, bases fundamentales para construir un gobierno que contribuyera al desarrollo de una sociedad más próspera, humana y justa.

Tenía como metas últimas de toda acción de gobierno, a la familia y la justicia social  para lograr un horizonte más optimista para su gente.

En materia ambiental, coincidía con los fundamentos del Partido Verde, por ello, erigimos una alianza, porque quería desarrollar una conciencia ambientalista hacia el futuro.

El sabía de los daños que ocasiona un medio ambiente deteriorado a la salud de sus habitantes.

Por estos compromisos y valores, reitero, erigimos la alianza.

La mañana del lunes 28 de junio fue cobardemente asesinado en una emboscada cuando se dirigía a uno de los cierres de su campaña, generando una gran conmoción social en todo el país y en el exterior.

Las balas asesinas mataron no sólo a Rodolfo sino también a cuatro de sus colaboradores a quienes hoy también les lloran sus familias.

De cierta manera, esas balas nos tocaron a todos los que creemos y confiamos en la democracia, en los valores y en los principios que también proponía Rodolfo.

Fue un atentado en contra de todos los mexicanos,  de todos los que queremos un auténtico Estado de Derecho, de todos los que queremos un Estado seguro y en paz.

Quiero subrayar que queremos justicia y no queremos que nuevamente queden impunes estos hechos tan graves, como muchos otros que han marcado este sexenio.

Tenemos que replantear toda, toda, la mal llamada estrategia de seguridad.

El caso de Rodolfo Torre Cantú se une a miles y miles de casos más, de familias mexicanas agraviadas, de familias que lo único que piden es vivir en paz, para vivir mejor. ¡¡Qué ironía!!

Amigos y amigas legisladores, no permitamos que continúe la descomposición social de nuestra sociedad, tenemos que trabajar juntos para generar empleos y educación, fomentar y regresar a los valores que nos han distinguido, como lo sugería Rodolfo Torre Cantú,  como un país de trabajo y de paz.

Sabemos, porque lo compartí con Rodolfo, que no hay soluciones mágicas para resolver los grandes problemas nacionales, pero  si tenemos el coraje y  la voluntad para hacerle frente a los problemas, habremos ganado la primera partida.

Amigos, amiga una manera de  honrar la vida de Rodolfo Torre Cantú es continuar con su sueño, como bien lo dijo su hermano Egidio: “no debemos permitir que se rompa el sueño de Rodolfo”.

Mahatma Gandhi señaló en su momento: “hemos bebido el veneno del odio y este néctar de hermandad nos sabe más dulce”

Nosotros, los integrantes del Partido Ecologista de México, haremos que ese sueño en verdad se realice.

A eso nos comprometemos.

Gracias.