Martes, 06 Julio 2010 10:30

65% DEL SUELO DE CONSERVACIÓN, PARQUES Y JARDINES EN DF ESTÁ EROSIONADO: PVEM

En el marco del Día de la Conservación del Suelo, el Partido Verde Ecologista de México en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal solicitó al Ejecutivo local cambiar su política para el cuidado del suelo de conservación.

México D.F., a 6 de Julio de 2010

Boletín número 204

· No hay cifras oficiales de cuánto ha disminuido el suelo de conservación existente en DF 

En el marco del Día de la Conservación del Suelo, el Partido Verde Ecologista de México en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal solicitó al Ejecutivo local cambiar su política para el cuidado del suelo de conservación.

Dijo que según cifras oficiales en la capital del país, el 59 por ciento del total de su territorio es suelo de conservación, sin embargo de acuerdo con cifras no oficiales este porcentaje disminuyó de forma importante.

En ese sentido, indicó que en los últimos años la presión ejercida por el crecimiento poblacional en la Ciudad de México representa uno de los principales problemas para la conservación del suelo.

Por ello, recordó que dentro de la nueva Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal se estableció con claridad la urgencia de implementar un Programa General de Población proyectado a 10 años, a fin de distribuir su crecimiento de manera ordenada, sin afectar el suelo. 

Urge comenzar y sobre todo avanzar en el estudio y distribución de las zonas de vivienda, acompañado del cuidado y sustentabilidad del medio ambiente, destacó el PVEM.

Por otro lado, comentó que el suelo en la capital del país atraviesa por un grave problema de erosión por la falta de vegetación ocasionada por la deforestación, la tala clandestina y el aprovechamiento irracional de los recursos forestales.

Según datos del Instituto Nacional de Ecología, el 65 por ciento del total del suelo de conservación, parques y jardines, ubicados en la Ciudad de México se encuentra erosionado, lo que frena la recarga natural de los acuíferos y acelera la pérdida de cultivos y de humedad, es decir complica la absorción natural de la lluvia y aumenta las temperaturas.