El Partido Verde en la capital pidió al Gobierno del Distrito Federal que impulse programas sociales tendientes a elevar la calidad de vida de la población, tras señalar que en la Ciudad de México viven alrededor de 2.8 millones personas en situación de pobreza.

México, DF, a  3 de julio de 2010

       Boletín número 118/10

 

· Asegura Samuel Rodríguez que en el DF hay más de tres mil personas que viven en las calles.

El Partido Verde en la capital pidió al Gobierno del Distrito Federal que impulse programas sociales tendientes a elevar la calidad de vida de la población, tras señalar que en la Ciudad de México viven alrededor de 2.8 millones personas en situación de pobreza.

El vocero de este instituto político, Samuel Rodríguez Torres, refirió además que, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social del GDF, el número de personas que viven en las calles de la capital se elevó de dos mil 759 a tres mil 49 tan sólo en un año.

Mencionó que el 50 por ciento de esas personas se concentra en las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, además de que 49 de cada cien padecen algún tipo de adicción.

Dijo que es necesario adoptar medidas inmediatas para evitar que ese fenómeno se dispare, ante la situación de crisis económica por la que atraviesa el país y de la cual el DF no es la excepción.

“Es urgente fomentar una visión integrada entre autoridades locales y federales, donde la  política social priorice la equidad entre los ciudadanos, a fin de garantizar su acceso a los derechos básicos, tales como la salud, la educación y la vivienda”, afirmó el líder ecologista.

Indicó que según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de la totalidad que cumple con los estándares de pobreza, 614 mil personas sobrevivan en condiciones extremas, sin garantía ni posibilidad de vivienda, alimentación y, menos aún, educación y servicios de salud.

Consideró que si bien es indispensable la asignación de una partida presupuestal mayor para el DF, será necesario también emprender programas efectivos e integrales que contrarresten los efectos negativos de la crisis.

Lo ideal, concluyó, es crear las oportunidades necesarias para que la población pueda desenvolverse en su entorno socioeconómico, sin depender completamente del gobierno.