Con el permiso de la presidencia,    

Desde el inicio de nuestro movimiento en 2018, el Poder Ejecutivo y el Legislativo han trabajado conjuntamente para mejorar la situación de seguridad en el país.

Para concretar esta tarea, se modificaron las estrategias de gobiernos neoliberales, las cuales únicamente generaban daños colaterales, y se optó por una estrategia enfocada a atender las causas que generan la violencia, para corregir el mal de raíz.

Esta nueva estrategia ha dado importantes resultados, especialmente en lo relativo a la reducción de los delitos que más afectan a la población.    

No obstante, la magnitud del problema ha obligado a adecuar aspectos de la estrategia, adecuaciones que se enmarcan en el comienzo de la nueva administración de la Doctora Claudia Sheinbaum. Estas adecuaciones implican un reforzamiento de las herramientas legales y de las capacidades institucionales del gobierno para atender el problema de seguridad del país.    

En este sentido, el dictamen a discusión materializa las adecuaciones legales necesarias para continuar con el combate la delincuencia desde todas sus aristas, especialmente para detener la proliferación de uno de los narcóticos más peligrosos y dañinos para la salud de las personas y la sociedad como lo es el fentanilo.    

Las implicaciones de esta droga son devastadoras, y se puede tener una idea clara al observar los efectos que ha generado en algunas sociedades; por lo tanto, resulta imperativo actuar para detener la proliferación de dicho narcótico en nuestra nación. Sin embargo, esta tarea representa un gran reto cuando consideramos las características intrínsecas de la droga: posee un alto potencial adictivo y de sobredosis y, comparativamente, esta sustancia es cien veces más potente que la morfina y cincuenta veces más que la heroína.    

Además, por si no fueran suficientes sus propiedades adictivas para volverla un problema para cualquier comunidad, su presencia en el territorio ha tomado fuerza. La realidad ha cambiado y se ha volcado a un escenario donde el consumo ha crecido de manera considerable. El número de casos en tratamiento, cuya sustancia psicoactiva de impacto era el fentanilo, ha crecido de manera potencial.    

Paralelamente, si bien lo anterior es desde la perspectiva del consumo, también se debe de considerar la oferta, la cual ha venido aumentado en nuestro país en los últimos años.    

Por ello, es necesario considerar las actividades ilícitas relacionadas con el fentanilo como causal para solicitar la prisión preventiva oficiosa. Con esta medida abonaremos a prevenir y combatir los delitos que han aumentado y puesto en riesgo la paz, la seguridad, la salud y el bienestar de nuestro pueblo.    

En el Partido Verde no escatimaremos nuestro apoyo a estas medidas, como la planteada en el presente dictamen, que están enfocadas en mejorar la situación de seguridad del país. No debemos permitir que nuestras diferencias políticas mermen el avance del gobierno en la implementación de su estrategia de seguridad.    

Porque no podemos fallarle al pueblo de México, por eso en el Partido Verde apoyaremos esta iniciativa    

Es cuanto, presidenta.