Con la venia de la presidencia;

Las y los diputados del Partido Verde Ecologista de México hemos analizado con mucho cuidado y responsabilidad la propuesta de la reforma constitucional en materia de áreas y empresas estratégicas que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió a esta Cámara el pasado 5 de febrero.

La reforma incluye establecer en la Constitución temas como la recuperación de la rectoría del Estado en la industria eléctrica, la prohibición de otorgar concesiones para la explotación y aprovechamiento del litio y el fortalecimiento del derecho de acceso al Internet de todos los mexicanos, los cuales son de la mayor trascendencia para el país y repercute no solo en el presente, sino en el futuro de muchas generaciones.

De todos los cambios propuestos por la reforma, me gustaría destacar la responsabilidad que se otorga al Estado de hacerse cargo de la transición energética para cuidar el medio ambiente, en promover el uso de energías limpias y renovables.

Lo anterior no sólo para reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera, sino también para generar un nivel de desarrollo que nos permita lograr el uso de tecnologías más baratas para producir electricidad como las energías limpias y renovables se traduzcan en tarifas de electricidad más accesibles.

En el mismo sentido, se busca asegurar que todos en México sigamos teniendo acceso a la electricidad garantizando la seguridad energética del país fortaleciendo a la CFE y dejando en manos del Estado la rectoría del sistema eléctrico nacional.

En el Partido Verde consideramos que estos cambios al sistema eléctrico son necesarios para corregir sus fallas y mejorar su funcionamiento, garantizando mejores condiciones de acceso a la electricidad para todos y no solo para una minoría.

En este contexto quiero resaltar la propuesta de considerar como estratégico el servicio de internet que provee el Estado, pues el acceso al mismo es indispensable para democratizar una sociedad y abatir las desigualdades.

El internet es quizás el invento que más ha revolucionado la convivencia humana y que más ha transformado nuestras vidas, brinda oportunidades a las personas para mejorar sus habilidades y capacidades para la educación y el trabajo, así como contacto con la comunidad que hoy es ya de carácter global.

Es probable que, para los más jóvenes, los cambios a los cuales me refiero, no sean fáciles de percibir pues se trata de personas nacidas en la era del internet, sin embargo hay otras generaciones con plena conciencia de que como este invento ha cambiado el comercio, la educación, el gobierno, la salud, e incluso la forma de relacionarnos entre nosotros, al grado de haberse convertido en uno de los principales instrumentos de cambio social en la actualidad.

Nuestra propia Constitución dispone que el Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y de la comunicación, así como los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones incluido el de la banda ancha de Internet.

Bajo esta lógica, celebramos que en el paquete de cambios constitucionales que hemos venido realizando este incluido el esfuerzo que debe realizar el Estado para lograr que todos en nuestro país tengan acceso al internet.

Para la muestra de garantizar este derecho, en la Ciudad de México nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, como jefa de Gobierno en ese entonces, a través de su programa de Internet para todos, logró hacer de la Ciudad de México la ciudad más conectada del mundo.

Otro ejemplo es el caso de San Luis Potosí, donde la clave verde del gobierno del licenciado Ricardo Gallardo Cardona, ha brindado a más de 75 mil estudiantes de educación media y media superior, así como a la población con alto grado de rezago social, acceso a internet y telefonía móvil.

Por los motivos que aquí he expuesto y con la convicción de que los cambios propuestos contribuirán a elevar el nivel de vida de nuestro pueblo en el Grupo Parlamentario del Partido Verde votaremos a favor. Cuando el debate está perdido, la calumnia es el arma del perdedor.

Es cuanto, presidente.