Con su permiso diputado presidente; muy buenas tardes honorable Asamblea;

A nombre de los Grupos Parlamentarios del Partido Verde Ecologista de México del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, queremos manifestar nuestra solidaridad a familiares, amigos y colaboradores de la maestra Ifigenia Martínez, deseando que encuentren pronta resignación ante esta irreparable pérdida.

Hablar de Doña Ifigenia Martínez es hablar de una figura de la mayor trascendencia para la historia contemporánea de México. Se trata, no solo de quien fuera la presidenta de esta asamblea y por lo tanto también presidenta del Congreso mexicano, sino de una mujer que a lo largo de su vida y de su trayectoria, con talento, dedicación y lucidez, abrió brecha a todas las mujeres.

Cuando se le otorgó a Doña Ifigenia la medalla Sor Juana Inés de la Cruz, Porfirio Muñoz Ledo, gran amigo de Doña Ifigenia, afirmó que, al margen de esa estrecha amistad, la consideraba la mujer más destacada del país en las últimas décadas. Hablamos de una mujer que como ella misma lo dijo al recibir la Medalla Belisario Domínguez, tuvo como principal motivación a lo largo de su vida realizar un servicio para nuestro país con entrega y convicción.

En casa, su padre la animó a estudiar economía argumentando que México necesitaba y requería de buenos economistas para sacar adelante este país y elevar el nivel de vida de las y los mexicanos. Gracias a ello Doña Ifigenia se convirtió en una destacada economista cuyo trabajo sobre la distribución del ingreso ha sido y sigue siendo una referencia obligada en nuestro país.

Doña Ifigenia fue pionera en muchos ámbitos. Fue la primera mujer en obtener una maestría en Harvard. Lo comparte mi amigo, Toño, su nieto, la anécdota de cuando ella lo decía, fue un momento de los más felices de su vida, al recibir la carta de aceptación para estudiar la maestría en Harvard.

Y esto venía, de que fue acompañando a quien fuera su marido, a estudiar allá a Boston, pero que cuando se lo propuso ella le dijo que no sería una simple acompañante, sino que ella deseaba acompañarle, pero también para estudiar y formarse. Fue así que obtuvo un empleo en MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), para poder generar ingreso ya que ella no contaba con una beca de apoyo por parte del Estado Mexicano y poder ingresar a estudiar esa maestría en Harvard.

Es por ello que ella, que Doña Ifigenia lo mencionaba y lo decía, que el día que recibió la carta de aceptación, había sido uno de los días más felices de su vida. Eso la retrata de cuerpo entero. Una mujer que se formó para contribuir en este país y abrir la brecha a muchas mujeres que hoy lo vemos hecho una realidad en la figura de nuestra Presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum.

Doña Ifigenia, junto con otras mujeres destacadas de este país, abrieron paso para que hoy las mujeres tengan un destino distinto. A ella, que cuando iniciaba, en 1925 cuando ella nació, no se permitía el voto a las mujeres, cuando ella cumplió 18 años aún no se permitía votar. Soñar que se podría llegar a tener una mujer Presidenta en nuestro país era casi impensable.

Doña Ifigenia se atrevió a desafiar eso que parecía imposible. Hoy las mujeres presentes en este congreso mexicano están, en una gran medida, gracias a la lucha que dio Doña Ifigenia, siendo siempre una mujer congruente como lo destaca, en otra anécdota, cuando ella llega a ser diputada federal en las 50 legislaturas, si no me equivoco, a presidir la comisión que era de Hacienda o Presupuesto y Cuenta Pública, en donde al recibir el paquete de ingresos hizo observaciones, observaciones que no se tomaron en cuenta, la agarraron en lo que sucede hoy en día y ha pasado siempre. Pero ella, en congruencia, votó en contra.

Eso la retrataba de cuerpo entero, una mujer firme, leal a sus convicciones, que por eso logró lo que logró ser, una destacadísima mujer de Estado, una mujer que vino a contribuir a la democracia de nuestro país y sobre todo a la paridad y abrirle la puerta a que hoy podamos tener una mujer Presidenta en nuestro país.

Hoy las mujeres, las jóvenes, las niñas pueden soñar con un futuro muy distinto. Eso es gracias a Doña Ifigenia Martínez, nuestro máximo reconocimiento, nuestro máximo respeto, larga vida a Doña Ifigenia y que descanse en paz. Por su atención, muchas gracias.

Es cuanto presidente