Compañeras y compañeros diputados.
Invitados especiales. Amigos todos.
Buenas tardes.
La historia de las grandes sociedades es la historia de su evolución en la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.
En la mirada retrospectiva más esencial, las eras del desarrollo de la humanidad han sido definidas por sus avances tecnológicos.
Pero no solo es eso... lo he dicho antes, y lo repito ahora: nuestro futuro está ahí donde esté el futuro de nuestras ideas y de nuestro conocimiento.
Es para mí un honor el presidir y declarar formalmente instalada, la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la LXV Legislatura.
Comisión que tiene su origen en 1994, para abordar con mayor detalle los campos de la Ciencia y la Tecnología; pero que abre nuevos y atractivos campos de análisis tras varias reformas internas de la Cámara, al incorporar en 2018 el concepto fundamental del concepto Innovación. Porque la innovación es el vehículo para que la ciencia y la tecnología sean motores de desarrollo y transformación del país.
Es desde este enfoque que, quienes integramos la Comisión, habremos de proponer, debatir y acordar un marco normativo que rediseñe el ecosistema de innovación y favorezca la transmisión del conocimiento científico.
Nuestra tarea es tan importante como prioritaria, porque la regulación que impulsemos redefinirá las condiciones en que la comunidad científica y emprendedora aporta soluciones a graves retos y suma a la generación de bienestar y prosperidad de las familias mexicanas.
En esta tarea no hay tiempo qué perder. El mundo cambia de manera acelerada, como nunca antes visto en la historia de la Humanidad.
Es nuestra responsabilidad crear y promover con tecnología, ciencia e innovación el mejor lugar posible para México en ese mundo del futuro.
Construir las fortalezas indispensables que necesitamos frente a los cambios vertiginosos derivados del acelerado cambio tecnológico. No son pocos los temas que debemos considerar y sus alcances tocan preocupaciones muy profundas de nuestra sociedad.
Entre ellas, la preservación de la salud, la seguridad alimentaria, el acceso a un abasto sostenido de agua potable y el combate al cambio climático. Sin dejar de lado las oportunidades que ofrecen factores innovadores como la inteligencia artificial, la agenda espacial, la realidad virtual o la biomimética y las tecnologías exponenciales.
Los trabajadores... sus familias... nuestra sociedad entera, no pueden ni deben quedarse atrás, viendo de lejos y sufriendo rezago, como si fueran inalcanzables los beneficios de las tecnologías que modifican día a día el rostro del mundo, y que determinarán cada vez más y con más impacto el desarrollo económico y la capacidad de las naciones para generar condiciones para el bienestar de sus ciudadanos.
Por eso:
• Resulta táctico que la Ciencia, la Tecnología y la Innovación nacional, en una profunda interrelación con el exterior, se reorienten a fin de derribar las barreras que impiden nuestro máximo desarrollo incluyente.
• Resulta táctico hacer de México una verdadera sociedad de conocimiento, que abandone la pasividad y deje atrás tanto criterios como políticas públicas que hacen de la ciencia, la innovación y el emprendimiento un campo excluyente a favor de unos cuantos, sin repercusiones positivas y directas en la vida del ciudadano.
• Resulta a su vez táctico y relevante que, a través de la innovación, México encuentre nuevas maneras de hacer las cosas para alcanzar mayor justicia y equidad social, aprovechando la evolución de las plataformas tecnológicas y científicas de nuestro tiempo.
A partir de nuestras iniciativas legislativas, tenemos el deber de generar condiciones adecuadas para nuestros científicos y emprendedores de todo el país, sin importar su condición social, para que detonen conocimiento y oportunidades, como también la capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con las que el mundo de hoy nos pone a prueba.
Considero de particular importancia que la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación logre promover y cimentar la poderosa sinergia de los sectores público, privado y social del país.
Con ese objetivo, esta Comisión abre un espacio vital de construcción de consensos con visión transversal, sustentado en la pluralidad política de quienes la integramos, a fin de cumplir cuatro objetivos sustantivos:
• Primero: promover desde la legislación una agenda para México que le defina la ruta de navegación hacia el máximo nivel de bienestar, similar al alcanzado en otras sociedades referentes.
• Segundo: armonizar nuestra legislación de Ciencia, Tecnología e Innovación con las mejores prácticas observadas en la regulación de las economías más innovadoras del mundo, a fin de abrir mayores espacios para el desarrollo, la inversión y el empleo. En este rubro destaca, por ejemplo, la necesidad de aprovechar mejor el capítulo digital del T-MEC.
▪ Además debemos asegurar un marco normativo que profundice nuestra cooperación para el desarrollo con los países Latinoamericanos.
• Tercero: enfocar esfuerzos en fortalecer áreas estratégicas para la nación, como una ciberseguridad acorde con los riesgos y amenazas que impone el mundo digital a nuestra seguridad nacional, o el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030.
• Cuarto: detonar toda una nueva cadena de valor en el ecosistema de innovación.
En el grado que nuestra comunidad científica y de emprendimiento encuentren mejores vías para innovar, la fuerza laboral mexicana tendrá mayores oportunidades de empleo, ingreso bien remunerado y prosperidad.