Con la autorización de la Asamblea,
Me refiero en este mismo acto a la postura que el instituto político al cual pertenezco tiene respecto a dos dictámenes que sin duda están entrelazados, me refiero a los que implican cambios a los artículos 4 y el numeral 6 del artículo 16 y, al 1, 3 y 11, así como a la fracción I del artículo 13. Todos de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.
En ambos casos se trata de enmarcar una realidad que implique igualdad ante el lenguaje, las lenguas y actos del habla.
En este sentido, votaremos a favor de ambas propuestas porque todas las personas son iguales, y tomar en consideración la dignidad de cada uno de los seres humanos, en este caso, refiriéndonos al sector indígena.
La dignidad identifica no a los hombre y a las mujeres entre ellas, ni tampoco a los ciudadanos entre sí, sino a todo ser humano, es aquella referencia mental que identifica mis cualidades, mis deseos, necesidades y, en fin, todo aquello que me cataloga como humanos con otro de mi misma especie, independientemente, del género masculino o femenino, edad, capacidad racional o no.
Uno de esos pensamientos de identificación tiene que ver con el lenguaje, el cual genera identidad, pues me hace formar parte de grupos y me posibilita vincularme con otros; además, proporciona relaciones, ya que por el contenido de las ideas que doy en cada conversación mi relación será más enriquecida o menos en la medida de mi lenguaje seduzca o vincule.
De igual manera, genera relaciones pues éstas se solidifican en alta calidad o baja a través de las conversaciones; en este mismo sentido, el lenguaje me permite celebrar compromisos, gracias a éstos podemos trabajar, sabiendo que hay fines que no puedo concretar en mi individualidad, pero sí a través de la ayuda de otros.
El lenguaje me permite realizar posibilidades; es decir, poder trazar un futuro. En fin, todo el mundo está impregnado del poder del lenguaje, no en vano éste ha sido objeto de estudio de quienes han dejado huellas profundas en el contexto universal de la ciencia.
En relación a todo lo precedente, los dictámenes sometidos en este instante a la consideración de los diputados de esta sexagésima segunda Legislatura tienen como valor realzar la igualdad entre las personas por la dignidad, reconociendo a la nación mexicana como pluricultural.
En México existen varias naciones además de la mexicana que es la englobadora de las demás; así mismo darle un carácter de identidad e igualdad, bajo todo contexto a las lenguas de México y que hablan varios de nuestra población.
Por todo lo anterior, el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México aprecia de modo positivo promover las lenguas indígenas en un uso cotidiano, respetar los derechos lingüísticos a favor de éstas, reconocer la diversidad de las mismas, respetarlas y reconocerlas.
Por ende, emitiremos el voto positivo a esta digna y justa transformación de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, convencidos que la igualdad entre seres es uno de los pilares torales para el crecimiento del país y el respeto a los derechos fundamentales.
Es cuanto, señor presidente.
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO