Muy buenos días a todos, quiero agradecer la presencia de la secretaria de Seguridad Ciudadana, mi amiga Rosa Icela, el presidente del Tribunal, el ministro Rafael, a todos los invitados especiales a sus representantes a todos los medios de comunicación aquí presentes, a mis colegas, bienvenidos a esta casa del pueblo.
Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, es verdaderamente un honor contar con su presencia en este Recinto Legislativo.
Nos encontramos ya en el 4º año de su gobierno y quisiera hacer aquí una acotación: ustedes saben, perfectamente que el Partido Verde tenía otro candidato en la elección pasada; pero yo quisiera definir el trabajo que ha hecho la Jefa de Gobierno durante estos cuatro años con su desempeño y podría determinar dos palabras, la primera: que ha sido un trabajo SOBRESALIENTE, pero la segunda que es EXTRAORDINARIO y por eso quiero agradecerle todo su trabajo Jefa de Gobierno.
Tenemos la obligación como ciudadanos y como legisladores de reconocer el trabajo, independientemente hayamos estado en una lucha electoral o no, esa sí es una obligación.
Es claro que hay pendientes, pero hay cosas que tardan más de 4 años en hacerse visibles. No obstante, estos 4 años, sin duda, han sido un gran comienzo.
Y no por los números o por los resultados, que desde luego están a la vista, sino por su actitud valiente, su compromiso con las mejores causas, su trabajo incansable y desinteresado, siempre pensando y actuando en favor de los más necesitados.
Y es que en eso precisamente radica la personalidad de un verdadero líder, más cuando se trata del servicio público: me refiero a pensar primero en los demás, antes de pensar en uno mismo.
En hacer las cosas sin una agenda personal, con el solo propósito de servir, de ayudar, de hacer que los demás mejoren, progresen y se sientan orgullosos de sí mismos.
Creo que esto es lo más importante y a lo que se le debe dar continuidad. Y no me refiero a esta capital nada más, sino a todo el país, porque si es de su interés llevar esta actitud al servicio a todo México, ¡bienvenida! Y no lo digo solamente a título personal, ni como líder del Partido Verde en la Ciudad de México y de la Asociación Parlamentaria Verde con mi compañero Padilla sino también quiero decirlo como ciudadano: queremos una presidenta como usted en nuestro país.
Porque no busca el reconocimiento personal o de un proyecto, sino solo ser el conducto para que se atiendan los principales rezagos.
Porque cuando una persona hace todo eso con la humildad que la caracteriza a usted, estamos en presencia de una verdadera líder.
Es verdad, faltan dos años, tiempo en el que definitivamente seguiremos siendo sus aliados aquí en el Congreso y tiempo también en el que le garantizo que, si vemos algo que no esté dando resultados, se lo diremos, pero siempre de manera respetuosa y siempre con una propuesta de por medio.
Y quiero detenerme aquí para hacer una reflexión, porque creo que todas y todos aquí, en el Congreso, deberíamos seguir su ejemplo y sacudirnos el ego, la soberbia y la negatividad que nos caracteriza como Congreso.
Siempre viendo la paja en el ojo ajeno en lugar de ver la viga en el propio.
Siempre pensando en la agenda personal y en la de nuestros Partidos, antes que en los intereses colectivos.
Siempre haciendo cálculos, números, escenarios... Por eso las cosas no salen en este Congreso. Imagínense nada más... ¡Apenas rebasamos el 12 por ciento de productividad! Una verdadera vergüenza...
Por eso la gran mayoría de la gente nos reprueba, o no nos cree, o simplemente no nos reconoce como líderes. Sí, es verdad, votaron por nosotros porque es su deber cívico, pero en realidad no porque logremos despertar en ellos un sentimiento de confianza.
De verdad, algo tenemos q hacer, porque todos tenemos buenas y malas propuestas, algunas de izquierda, otras de derecha y otras de centro... ¡Pero siempre debatimos con prejuicios! Necesitamos ser más objetivos y darle cauce a las buenas propuestas sin importar de dónde o de quién vengan, si estás en verdad son para traer beneficios a la gente.
Estoy seguro que todas y todos aquí contamos con una gran cantidad de talentos, pero no trascendemos, porque preferimos perder el tiempo en largos debates que a la gente simple y sencillamente no le interesan, porque no le benefician en nada.
Nos falta esa preocupación verdadera y legítima por los demás, porque estamos viviendo momentos difíciles y de grandes retos, y no hemos comprendido que el enemigo no está aquí adentro entre nosotros, sino allá afuera y se llaman pobreza, desigualdad y falta de competitividad en el plano internacional.
Desafortunadamente, estoy seguro que en esta sesión se dirán cosas muy negativas. Y no dudo que podrían ser de utilidad si se tuviera la intención correcta, que es la de mejorar, la de construir, la de avanzar.
Pero por lo que he visto en los últimos meses en este recinto, me atrevo a ver un panorama muy oscuro. Y seguramente me criticarán por esto que estoy diciendo, pero, como dicen por ahí, "la verdad no peca, pero incomoda".
Por eso quiero invitarlos a todas y a todos, compañeras y compañeros diputados, en esta ocasión donde estamos en el comienzo de la segunda parte del actual gobierno, a que hagamos una pausa...
Sí, a que hagamos una pausa en el camino de la confrontación. A que hagamos una pausa en el camino del señalamiento y de la acusación...
Una pausa que nos ayude a reflexionar y a componer ese camino de la cerrazón que no nos está llevando a ninguna parte, para que empecemos a apoyarnos, porque apoyándonos entre nosotros, apoyamos y ayudamos a la gente que representamos.
Y también para que apoyemos al gobierno de la Dra. Sheinbaum, porque es la única manera de ayudar a nuestra Ciudad a que no se detenga, sobre todo después de la parálisis tan grande a la que nos obligó la pandemia.
Si queremos pensar en el 2024, está bien, pero que eso no sea un obstáculo para poner manos a la obra en lo que nos corresponde hacer ahora, que es hacer buenas leyes y vigilar que se cumplan en beneficio de la gente.
Insisto, tomemos el ejemplo de la Jefa de Gobierno, que en uno de los momentos más oscuros de la historia de esta Ciudad, no se ha rendido, porque hay mucha gente que depende de ello.
Porque ha comprendido que los grandes problemas requieren de grandes soluciones.
Porque ha comprendido que las cosas importantes no se hacen en un solo día. Porque ha mostrado capacidad, conocimiento y compromiso. En una palabra, liderazgo.
Gracias Jefa de Gobierno por inyectar energía y dinamismo a la capital el país... Por compartir sus valores...
Gracias por generar cambios e impactar positivamente en el presente y en el futuro de las y los capitalinos junto con todas y todos los integrantes de su gabinete, particularmente con el Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Carlos Ulloa, y con el Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, a quien quiero aprovechar para felicitarlo de manera muy especial por su gran desempeño en beneficio de toda la Ciudad.
Y en esta parte de los reconocimientos, no puedo dejar de mencionar también la Fiscal General, Ernestina Godoy, al Presidente del Tribunal de Justicia Administrativa, Jesús Anlen, y al Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Rafael Guerra, no solo por sus extraordinarios trabajos, sino por la interlocución con el Gobierno y el apoyo que siempre nos han brindado, por supuesto también al secretario de Gobierno Martí Batres.
Dra. Sheinbaum, siga por este buen camino que nos ha enseñado a todos que este camino es el correcto...
Siga perseverando, luchando, aprendiendo de los errores y, sobre todo, actuando para llevar esperanza y buenos resultados, ya no solo a esta Ciudad, sino a todo el país, que ya la reconoce como lo que es: una persona capaz de guiarlo y de continuar la transformación que está en marcha desde el 2018 y, no me cabe la menor duda, que seguirá por muchos años más.
¡¡¡Cuente con nosotros, Jefa de Gobierno!!!
Gracias, Presidente. Es cuánto.