En los últimos cuatro años se ha manifestado un incremento del 150 por ciento en el flujo de niñas y niños migrantes no acompañados que se desplazan al país del norte, lo cual expone la urgencia de fortalecer y perfeccionar los mecanismos integrales de protección para este sector, enfatizó el diputado Ricardo Astudillo Suárez.
Como parte del Grupo Plural de Legisladores que se encargan de dar seguimiento y atención a dicha problemática, coincidió que al ser el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), una de las instancias encargadas de recibir a los niños repatriados, es preciso otorgarle mejores y más herramientas, facultades e infraestructura.
Y es que dijo, tan sólo en los recientes ocho meses, el gobierno estadounidense ha deportado cerca de 13 mil niños mexicanos, cuyas necesidades psicológicas, económicas y médicas deberían quedar a cargo de los distintos albergues que conforman el DIF, tal como establece la Ley de Migración.
No obstante, lamentó que en ciertas ocasiones los infantes repatriados se enfrenten a una infraestructura y personal inadecuados, dado el número de menores detenidos de nacionalidad mexicana y origen extranjero, que solicitan el respaldo de esta instancia; “cada menor cuenta con un presupuesto de 270 pesos, lo cual es insuficiente para garantizar su bienestar”.
Astudillo Suárez señaló que debe ser prioritario que a la par de mejores condiciones de los centros que atienden a los menores repatriados, se cuente con un número mayor de agentes dedicados a la atención, protección y acompañamiento puntual de las niñas y niños migrantes.
Finalmente, el vicecoordinador del Partido Verde sostuvo que para enfrentar la crisis humanitaria que viven los infantes migrantes no acompañados, es necesario adoptar medidas hasta el máximo de recursos que se dispongan para garantizar un proceso de repatriación seguro donde se reconozcan y respeten sus derechos fundamentales.
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO